"La fiesta del erudito"

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miércoles, 20 de abril de 2011

Capítulo VI. La misión del Espiritismo: el mentalismo

Capítulo VI. La misión del Espiritismo: el mentalismo
                               El Espiritismo tiene como principal misión en la Tierra, mas allá de descubrir el proceso de la vida después de la muerte, de inagurar el mentalismo.
                               El gran trabajo que la misión espírita viene haciendo en el transcurrir de este siglo de existencia, es preparar las mentes para la aceptación de una realidad espiritual, de manera racional.
                               Aunque venga causando tanta confusión y bulla la facilidad con que el Espiritismo resolvió cuestiones tan controvertidas, pocos fueron los adversarios de la doctrina que consiguieron captar que la consecuencia mayor de este movimiento, como tercera Revelación era justamente preparar la mente del hombre para una nueva era, la era del mentalismo.
                     ¿Y qué es eso?
                               El Espiritismo, en su magnífico trabajo de la tercera Revelación, desmitificó muchas supersticiones y creencias religiosas infantiles. Y mucho de pedantismo académico de escuelas iniciáticas, usando de una simbología; tan relacionada a las escuelas herméticas, el Espiritismo levantó "el velo de Isis", pero no dentro de templos iniciáticos, para unos pocos elegidos. Rasgó los velos que cubrían las verdades, a la luz del día, en plena vida, en la vivencia del día a día. Y al desvelar los misterios, condujo siempre a sus seguidores a que palpasen la senda de la fé racionalizada. Nunca mas un Dios de ira, fariseo y vanal, capaz de ser comprado con indulgencias o que se sirviese de intermediarios, aún mas vanales y fariseos, organizados en un clero rígidamente jerarquizado.
                               El Espiritismo mostró al mundo que Dios no escogió preferencias; preferido de Dios es todo aquel que se proponga a servirlo.
                               Rasgando el velo de Isis que cubrían los misterios, el espiritismo apagó de la mente de la humanidad infantil, la idea esclavizante y torturante del infierno, purgatorio, u otras colonias penales especiales tan a gusto del clero. Ideas estas que exageradas hasta el desvarío, consiguió encadenar criaturas frágiles y mentalmente indefinidas.
                               Al desvelar el velo de Isis, la misión del espiritismo ha sido la eliminación gradual de toda forma de ritual, de toda forma de preconceptos, supersticiones y otras actividades propias de una humanidad aun aprendiendo  a caminar en el camino Espiritual.
                               Aún con todo esto, el Espiritismo procuró mostrar al hombre que la Iglesia, el templo, la catedral o la capilla  mas grata al Padre, no es la construcción material, son las buenas obras y el corazón humilde y reconocido. Desviando así la mente del hombre de la vida temerosa de un Dios de ira, con propuestas y templos de piedra; fue el Espiritismo preparando al hombre para ver el Universo, la casa del Padre. El templo dejó de ser una construcción de piedra para transformarse en el Universo.
                               Y se preparó el hombre para aceptar no solo la vida en vuestro orbe, la Tierra, como la existencia de millares y millares de otros mundos habitados, como quedó consignado en la frase del Nazareno: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas".
                               Hablamos hasta aquí de la misión del Espiritismo como preparador de la mentalidad del hombre para el advenimiento de la nueva era, la era del Mentalismo.
                               Esa Era en que es necesario que el hombre vaya libertándose de sus fantasías, de sus emociones en desequilibrio, para tener una fé racional, una certeza con base en un proceso de ver y sentir según una visión mas trascendente y menos terrenal.
 
                               El desenvolvimiento del hombre ha sido, hasta aquí, el del mero hábito, mero automatismo, sin ninguna reflexión al respecto de la real importancia de aquello que él ejecuta. Y el Espiritismo, no ha hecho otra cosa sino mostrar al hombre infatigablemente, de la necesidad de un mejor aprovechamiento de la experiencia llamada encarnación, como medio de aprendizaje del Espíritu en su peregrinación a la Casa del Padre.
                               Y nos parece que, muy probablemente, el hombre no consiguió entender el significado mayor de esa experiencia. El plano espiritual ha trabajado infatigablemente para que ese intercambio se intensifique en beneficio de la propia humanidad encarnada.
                               Y a pesar de haber entendido, poco a poco el proceso, ha entendido poco del significado de ese intercambio. Ese poco ya fue suficiente para que algunos hombres pudiesen concientizarse de la modificación interior.
                               Y el Espiritismo, ahora ya en las vísperas de la renovación periódica espiritual del Planeta; se prepara para entrar en una nueva fase: el desenvolvimiento del hombre en su potencial divino.
                               Si en una primera fase, su maravilloso trabajo fue el de desmistificar lo invisible, lo incognocible, abriendo el velo de Isis y mostrando al hombre perplejo que  del lado de allá pasa casi exactamente como  del lado de acá, ahora se prepara el hombre para vivir del lado de aquí con la comprensión que él adquiere, apenas cuando pasa para el lado de allá. Nosotros explicamos:
                               Cuando en la condición de espíritus, tenemos una visión espiritual mas refinada (claro que variando del grado de espíritu a espíritu) y podemos comprender el significado mayor de la vida, el porque y el valor de la experiencia en la peregrinación terrestre. Posteriormente, cuando convocado a la experiencia de la vida en la materia, por fuerza de las leyes de la reencarnación, de la causa y efecto y de la evolución, el espíritu vibra con el nuevo vestuario y se olvida completamente de la finalidad que lo trajo de vuelta a la materia. Así, el proceso de encarnar ha sido un proceso donde existe siempre el remordimiento por el desperdicio de oportunidades y la consciencia de las oportunidades perdidas solamente despertada en el hombre cuando el ya desencarne.
                               Ahora el Espiritismo, en una nueva fase de su planificación elaborada por lo Ingenieros Espirituales, dará al hombre condición de vivenciar en la condición de encarnado, la visión que el Espíritu tiene, cuando están en su condición de desencarnado. Y todo eso será posible a través del Mentalismo.
                               El hombre deberá aprender o ir aprendiendo a tener actitudes racionales frente a los hechos, no perdiendo de vista su finalidad mayor, su compromiso mayor que es el proceso de evolucionar, del crecer espiritualmente tomando como base esa materia prima desordenada, que son sus emociones, instintos y reacciones automáticas.
                               Ese proceso de responder por hábito, bueno hasta una cierta fase de desenvolvimiento espiritual del hombre, tiene ahora que ser paulatinamente substituido por actitudes racionales y sensatas.
                               De un niño se esperan actitudes infantiles, de un adulto se esperan actitudes adultas.
                               Así la humanidad robotizada y autómata hasta hoy, comienza a despertar para su propia condición de ser pensante, de ser creador y copartícipe del proceso de creación.
                               Ese es un paso importante que la humanidad tendrá que dar finalmente en la Nueva Era. Y se debe comenzar a actuar de esa forma por las cosas mas simples e insignificantes del día a día. Comenzar porque los hábitos están de tal forma enraizados que ellos dominan prácticamente todas  las actitudes del hombre.
                               Así al sentarse a la mesa para la alimentación diaria el hombre debe cuestionar la alimentación y no comer por mero automatismo. ¿Qué significa cuestionar la alimentación?. Significa alimentarse racionalmente, cuestionando el modo como se alimenta, preguntándose a si mismo si la calidad del alimento es la ideal, si la cantidad es suficiente o exagerada, si es ingerida de forma correcta, en los horarios correctos y en la cantidad de veces correcta.
                               Y así, cuestionando los hábitos adquiridos y por tanto automáticos, acabareis por descubrir que de la misma forma que en materia de religión o otros campos del pensamiento abstracto actuáis de forma completamente supersticiosa, con preconceptos y tabúes.
                               Y la alimentación es apenas un ejemplo que escogemos al azahar. Podríamos escoger por ejemplo, el ocio, las lecturas, los deportes, el vestuario y decenas de otros aspectos de aquello que constituye la vida del hombre llamado moderno.
                               Y en todas esas situaciones veremos que existe casi que una totalidad de automatismo, hábito, respuesta impulsiva y poca, poquísima reflexión, actitud racional y pensada.
                               Y si el ejemplo tratase de materia de afectividad y sentimientos, entraremos en terreno minado  y la situación se torna mas grave. Estamos hablando por ahora de sectores mas periféricos del hombre, para ser mejor comprendidos.
                               Y la nueva filosofía que posiciona al hombre en su contacto con el mundo es pues el mentalismo, trabajo iniciado por el Espiritismo y que deber ser todavía intensificado en el próximo siglo.
                               No debéis nunca perder de vista un hecho principal de nuestras vidas, sois antes que nada un espíritu. Y siendo antes que nada un espíritu, tienes igualmente un compromiso importante con el Creador, transformarte en Su imagen y semejanza.
                               Partiendo de esos dos hechos tenemos la directriz de nuestras vidas; un espíritu eterno, con un compromiso: la evolución espiritual.
  
                                                                              Que las luces del Tercer Milenio
                                                                                              se derramen sobre Uds.
Psicografiado el  12.07.1983
Inicio            21.00 hrs.
Fin               22.10 hrs.

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